Recordando a Alfonso Paso


Esta semana se ha producido, en medio de la indiferencia de los medios de comunicación, el 40 aniversario del prematuro fallecimiento de Alfonso Paso (1926-1978), sin duda alguna el más prolífico y popular autor teatral español del siglo XX. Paso, autor de más de doscientas obras de teatro y cien guiones cinematográficos, traducido a treinta idiomas, respetado y reconocido internacionalmente, es objeto de un cerco de silencio en ese mismo país, el nuestro, en el que gozó en los años 60 y 70 de un éxito extraordinario. Frente a ese olvido impuesto desde las esferas que tienen sumida la cultura española en la más absoluta de las mediocridades, su hija Almudena desarrolla desde hace años una encomiable labor de promoción del legado de su padre a través de la página web alfonsopaso.com y de la edición y difusión del libro Los Pasos perdidos, recopilación de algunos de sus mejores escritos en la prensa diaria, porque no olvidemos que Alfonso Paso fue, además de un gran autor teatral, un magnífico periodista.
Desde la Asociación Cultural Líber queremos hacer justicia a esta figura de la literatura española, dando voz a su hija Almudena Paso, a través de la siguiente entrevista, que ha tenido la amabilidad de atender:

- Hay quien piensa que las grandes figuras se dividen en dos categorías esenciales: las que no son reconocidas en vida, siéndolo a posteriori y las que, habiendo conocido la fama, caen posteriormente en el olvido. ¿Hasta qué punto pertenece Alfonso Paso al segundo grupo?
En vida fue muy reconocido como bien se sabe. Por otra parte, mi padre ha caído en el olvido sólo en España, lo cual es triste, pero en el resto del mundo se siguen poniendo sus obras. En la actualidad, en siete países.
- En estos días se han cumplido cuarenta años de la prematura desaparición de Alfonso Paso. ¿Qué iniciativas públicas o privadas se están acometiendo para conmemorarlo?
Pues públicas aquí ninguna, por desgracia. Privadas, muchas. En este aniversario de su fallecimiento, se le van a realizar homenajes, uno muy grande el día 8 de agosto en San Lorenzo de El Escorial, y se hará una exposición de fotos y originales en la Fundación March. Todo lo estoy moviendo yo y por supuesto el libro de recopilación de algunos de sus artículos, Los Pasos perdidos, está siendo un gran éxito de ventas, a punto de sacar ya la tercera edición.
- ¿Hasta qué punto la tradición artística de su familia moldeó el carácter de Alfonso Paso?
Muchísimo. Su padre era Antonio Paso, un gran autor de zarzuelas y revistas. Y su madre Juana Gil fue una gran actriz muy reconocida.
- Tanto su obra dramática como periodística nos muestran a un fino humorista cuya estética y valores son muy diferentes a los hoy imperantes. ¿Podría Alfonso Paso desarrollar hoy su carrera en la actual atmósfera asfixiante de la mal llamada corrección política?
Es difícil de saber. Mi padre siempre utilizó un humor fino, como habéis dicho, y creo que seguiría en su línea.
- Desde el punto de vista académico, su padre se formó en su juventud como historiador y varios de sus artículos de prensa demuestran un enorme conocimiento de esta materia. ¿Cómo eran, a grandes rasgos, las concepciones históricas de Alfonso Paso?
Le encantaba la Historia, de hecho, una de sus tres carreras era Filosofía y Letras en la rama de Arqueología, en la cual consiguió el Premio extraordinario de carrera. Adoraba la Arqueología y la Historia, siendo sus dos pasiones Egipto y Roma. Aparte en general, era un gran lector, y en casa contábamos con más de diez mil libros. La mayoría de Historia y de su otra pasión, la Psiquiatría.
- En algún momento sus detractores han presentado a su padre como una especie de dramaturgo oficial del régimen anterior. Sin embargo, nos consta que tuvo en su ejercicio profesional problemas con la censura y sus escritos periodísticos revelan a un hombre de ideas sociales avanzadas, gran conocedor de la política internacional de su tiempo. ¿Hasta qué punto puede calificarse a Alfonso Paso como un autor de derechas?
No se le puede calificar así. De hecho, como bien decís, sufrió mucho la censura y la crítica del momento. Fue el único autor de esa época que jamás recibió una subvención del Estado. Y mientras a otros les daban teatros, a mi padre se los negaban. De hecho, se arruinó dos veces comprando teatros para no dejar a nadie sin comer, para asegurarse que todos los actores tenían trabajo. Mi padre llenaba los teatros porque al público le gustaba sus obras.
- Otro de los ataques típicos de sus críticos es el amparado en el pretendido espíritu burgués de su obra. Sin embargo, Alfonso Paso manifestó por escrito que uno de sus sueños era devolver al teatro español el espíritu popular que tuvo en el Siglo de Oro. ¿Escribía Paso para la burguesía o para el conjunto del pueblo?
Siempre para el pueblo. De hecho, algunas de sus obras son una gran critica a la burguesía. Él decía que escribía para el pueblo, para hacer feliz a la gente y para que todo el mundo pudiese ir al teatro a pasar un buen rato. Jamás escribió para la burguesía.
- Parte de la carrera de Alfonso Paso se desarrolló en la televisión. ¿Qué papel jugó Alfonso Paso entre los pioneros de ese medio?
Un gran papel. Tened en cuenta que aparte de escribir 239 obras de teatro, escribió más de un centenar de guiones de cine.
- A nivel personal, ¿cuál es su obra favorita entre la extensa producción dramática de su padre?
Hay algunas que me gustan por su humor, la famosísima Vamos a contar mentiras o Usted puede ser un asesino. Obras divertidas, pero también muy bien construidas. Cosas de papá y mamá me gusta por su ternura y también por su humor. Pero si tengo que quedarme con una, elegiría una que no es tan conocida y que se titula Dos sin tres, por su contenido psiquiátrico y psicológico. La Psiquiatría es algo que me apasiona, lo cual he heredado de él.
- Finalmente, ¿cuál es el lugar que merece a su entender Alfonso Paso en la historia de la literatura y el teatro de nuestro país?
El más grande que pueda haber. Mi padre ha hecho mucho por el teatro y la cultura de España. Aparte de la cantidad de obras que ya he comentado que escribió, también hay que tener en cuenta que está traducido a treinta idiomas, que es el autor más prolífico del siglo XX, que escribió durante tres décadas en siete periódicos diariamente. Fue el primer autor español vivo en estrenar en Broadway. Su obra Enseñar a un sinvergüenza tiene el récord de permanencia en cartelera, veinticinco años, sólo superado por La Ratonera de Agatha Christie, que lleva más de sesenta en Londres. Es el único autor del mundo en tener siete obras en cartel a la vez en una ciudad, exactamente en Madrid en 1968. Aquí no se le reconoce y no hay derecho. Como mucha gente me dice, si mi padre fuese inglés tendría una estatua en el West End de Londres. Pero estoy haciendo todo lo que está en mi mano para que sea reconocido en su país, como lo es en el resto del mundo. Lo merece sin duda. Fue un gran ser humano que dio de comer al teatro español durante muchísimo tiempo, una gran persona que solo pretendía hacer feliz al público y a su gente. Un ser de una nobleza y humildad que queda recogida en el libro Los Pasos perdidos en donde se puede conocer al Paso más humano, más personal, sus gustos, sus aficiones, su manera de pensar, sus pasiones. A modo personal, añadir que fue el mejor padre del mundo. Mi padre es mi héroe, mi ejemplo, la razón por la que me levanto cada día, y siempre haré todo lo que esté en mi mano para que su nombre y persona sean reconocidos, como autor, como ser humano y como padre.



 


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