Crónica de una mágica velada


Cuando un acto cultural de tres horas de duración resulta corto a los asistentes, sólo cabe una explicación y es la calidad del mismo. Con esta reflexión abrimos la crónica de la charla-cata científica sobre religión y gastronomía en la antigua Roma, celebrada por la asociación cultural Líber en la tarde del jueves 11 de abril de 2019, a pocos metros de la Torre del Oro.
Se abrió el evento con la lectura de un revelador texto del inmortal Giménez Caballero sobre la deuda histórica que España tiene con Roma. A continuación, el filósofo Javier Álvarez Perea ilustró a los comensales sobre la evolución del concepto de paganismo a través de la historia, antes de describir los elementos esenciales de la religión de estado romana y su influencia posterior en el cristianismo, cuyo desarrollo y expansión habría sido imposible, según el ponente, en un contexto histórico distinto al del Imperio Romano.
Preguntado, en la fase final de su intervención, sobre algunos contenidos de sus obras El colorante laicista y La religión de la sociedad secular, Álvarez Perea señaló al laicismo como una ideología de combate que desde una falsa neutralidad trata de socavar los cimientos espirituales de Europa. Su triunfo definitivo supondría una ruptura radical de los europeos con sus raíces y por tanto el fin de nuestra civilización.
Tras esta primera parte del acto, dedicada a la religión romana, Manuel León Béjar, arqueólogo y gastrónomo, dirigió una cata científica sobre gastronomía altoimperial romana, brillantemente ilustrada con diapositivas y en la que abundaron las citas y referencias a autores clásicos como Séneca o Columela. Durante algo más de una hora, León Béjar demolió tópicos y prejuicios sobre el mundo culinario romano, en el que cabe distinguir la simpleza y forzada frugalidad de la alimentación de la gran mayoría de habitantes del Imperio con la riqueza y refinamiento de la gastronomía al servicio de las élites. Una gastronomía que sirvió de motor para un sistema de producción, conservación y distribución de alimentos con un grado de complejidad y evolución realmente asombroso, así como de excusa para la perpetuación de una serie de rituales sociales con un fuerte trasfondo religioso. Y es que como ya había dejado claro Álvarez Perea, en su intervención antes comentada, el romano culto, lejos de la errónea imagen materialista que podamos tener de él, solía ser notablemente piadoso.    
La tercera hora del evento fue la específicamente dedicada a la cata. Gracias a los avances de la arqueología experimental, León Béjar y sus colaboradores han logrado reconstruir alimentos y bebidas que se utilizaban, hace dos milenios, en la cocina romana. Y como botón de muestra de esta extraordinaria labor, los miembros y amigos de Líber pudimos degustar cuatro excelentes vinos, una mousse de garum y un queso elaborados con fórmulas de la época altoimperial. Alimentos ricos en sabores y matices que causaron tanto asombro como placer a las personas que tuvimos el gusto de compartir una mágica velada.
No queremos cerrar esta crónica sin rendir justo homenaje a dos amigos de nuestra asociación que sin estar presentes hicieron posible el éxito de esta iniciativa. Antonio Hoyos, experto hostelero que nos cedió generosamente la última planta de su restaurante Piano Piano para la celebración de la charla-cata y Javier Compás, patrocinador de iniciativas tan interesantes como Gastrobaris o la Factoría Fenicia, que nos sugirió el formato del acto.


Comentarios

Entradas populares de este blog

Recordando a Alfonso Paso

Javier Compás deleita a los participantes en la primera cata organizada por Líber

11 de abril: Charla-cata sobre la religión romana y la gastronomía altoimperial